domingo, 26 de febrero de 2012

Las Causas del Dolor de Espalda

Falta de ejercicio – A medida que envejecemos, a menudo nos volvemos más sedentarios. O podría ser el resultado de otras cuestiones relacionadas con la edad como la artritis. El movimiento se hace difícil así que dejamos de movernos por completo. Cuando no se ejercitan los músculos del cuerpo, comienzan a atrofiarse (debilitarse). En este estado, los movimientos bruscos discordantes pueden estirar los músculos, lo que produce esguinces y después mucho dolor. Un buen ejemplo sería en el momento de hacer demasiado ejercicio después de vivir una vida sedentaria durante años. La solución radica en volver a la actividad. Empieza con andar. Avisa a tus músculos de que ya es hora de ir poniéndose en forma. Un entrenador personal te puede diseñar un programa que incluye levantamiento de pesas y trabajo cardiovascular para mejorar la resistencia y fortalecer los músculos fibra por fibra. Estrés – Como hemos mencionado antes, el estrés puede matar – literalmente. Puede conducir a malas decisiones, como los malos hábitos alimenticios y la falta de sueño. Cuando el cuerpo no tiene tiempo para repararse a sí mismo durante la noche mientras duermes, la máquina empieza a descomponerse. Los pequeños dolores se convierten en grandes dolores. El sistema inmunológico falla y hasta las actividades diarias normales pueden conducir a lesiones que te dejan con un dolor de espalda. El manejo del estrés es la clave. Aprender a manejar el estrés, a través de la dieta, el ejercicio y la instrucción, puede mantener el estrés bajo control. Así estarás mejor situado para manejar los problemas en el trabajo y en casa sin destruir tu cuerpo. La meditación es una herramienta útil en el manejo del estrés al devolver a la mente el control sobre el cuerpo. Obesidad – Esto se ha convertido en una epidemia en los países desarrollados de todo el mundo. Ni nuestros hijos se han salvado. Los malos hábitos alimenticios, el estrés y la falta de ejercicio han provocado un aumento de peso sobre nuestra estructura que no fue diseñada para soportar. Simplemente caminar por ahí con kilos de más mete tres veces más presión en las rodillas por cada medio kilo. Para la espalda, que debe soportar todo tu peso, se hace incluso más fácil herniar un disco o lesionar la vértebra. Baja de peso. Es más fácil decirlo que hacerlo, pero si no hacemos nada, las cosas no cambiarán. El éxito comienza con pequeños pasos. Antes de que tu espalda empiece a dolerte de forma crónica, inicia un programa de caminatas. Cambia los alimentos que consumes para que tu cuerpo se convierta en una poderosa quemadora de grasas en lugar de una unidad de almacenamiento de grasa. Consigue la ayuda de familiares y amigos para ayudarte a alcanzar tus metas. Fuente: CUIDAR NUESTRA SALUD

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